miércoles, 18 de septiembre de 2013

Hoy entrevistamos a Abi La Rouge



Aún no había nacido Sublime cuando nos tropezamos con ella. Era esa chica del fondo en la clase de danza oriental, que bailaba con unos calentadores grises en las manos y cuerdas de lana roja y azul colgando de sus caderas. La erguida postura de su torso le confería una elegancia casi regia, y los ojos se nos iban tras su forma de moverse. Cuando Sublime nació, una de las pocas cosas que teníamos clara, es que la queríamos con nosotros. Y regia es, -sin duda-, la reina de nuestra pasarela. Modelo natural, camina con más elegancia de lo que se puede ver en la propia Cibeles. Sin embargo, ahi no se acaban las sorpresas, porque cuanto más la conocemos, más nos asombra. Dueña de un ingenio que revoluciona las conversaciones más trascendentes, culta y con una experiencia de vida que pocas personas alcanzan con su edad, aparentemente seria, pero bulliciosa tras un rostro en calma, Abi se ha convertido en uno de los espíritus más emblemáticos de la firma tras acompañarnos durante varios años desde nuestros comienzos. 

1- ¿Recuerdas como contactaste con nosotros?  Cuéntanos acerca de tus inicios.
¡Claro! Muriel y yo compartíamos clase de danza fusión tribal, y me echó el ojo y tuve que devolvérselo...


2- ¿Habías desfilado alguna vez? ¿Qué se siente? ¿Es muy distinto de posar?
No, no había desfilado antes, y sí, es distinto. Las cámaras de fotos siempre me han provocado mucho recelo. Alguien te mira fijamente a través del objetivo, trata de captar un instante preciso, « algo más »... Me siento menos expuesta caminando ante la gente. Llegas y partes. Todo en un suspiro que, aún así, ha de dejar una huella.


3- ¿Tenías alguna experiencia previa como modelo? ¿Qué te parecen los cursos de formación que imparte la firma a sus chicas?
No, nada de nada. No me considero particularmente atractiva ni guapa, así que ni busqué modelar ni hice nada por « ser encontrada » como modelo. Por eso, los cursos me parecen una muy buena idea. Te pone en contacto con un modo de actuar que hace que la cámara te capte de un modo diferente, y que vistas y actúes de una manera más plena cuando estás en la pasarela. Al final, no vistes una prenda, sino que la prenda te convierte en alguien.
Ah, y en el caso de que no se haya notado, soy fan de las metáforas raras.


4- ¿Qué te impulsó más a quedarte en Sublime? ¿El ambiente? ¿La ropa? ¿Un poco de todo?
El ambiente, las chicas (y la valiente minoría de chicos), la ropa... Hay veces en que los desfiles se sienten como un ir a tomarse unas cañas con unas buenas amigas, y que acaba con un muy madrileño giro inesperado a lo « ¿a que no hay ovarios a ir a tomarse una paella a Valencia? » pero que conlleva ponerse plumas en el pelo y dos docenas de horquillas.






4- ¿Cómo es tu vida fuera de Sublime?
Pues ligeramente peculiar. Soy una feliz expatriada ovo-vegetariana y vivo en Dinamarca – edén de leche, yogur, mantequilla, cerdo, y salsa espesa y marrón – desde hace casi dos años. Antropóloga a medias, bailarina en el alma aunque desconectada de escenarios, futura estudiante de cerámica, voluntaria en un café sin ánimo de lucro y estudiante de danés.
También horneo cual cocinera berseker de vez en cuando, emocionándome amasando pan y cocinando magdalenas.
Ah, y utilizo el femenino genérico.
Una chica simple.


5- Cuéntanos alguna anécdota divertida que recuerdes con la firma.
Son MUCHAS. Sin embargo, mi favorita data del primer desfile, durante la I Semana Gótica de Madrid. Estábamos todas en el backstage, y hacía un calor impresionante para ser finales de octubre. Íbamos maquilladas y vestidas, y para evitar manchar los trajes con sudor, algunas se pusieron pañuelos de papel en las axilas. Otras acabamos con moños eclécticos en el pelo... Y antes de salir, para desestresarnos, nos pusimos a bailar el techno que ambientaba un desfile previo al nuestro. Ahí, vestidas con trajes medievales.
Todo muy propio.


6- Imagina la colección de Sublime que te gustaría protagonizar.
Una colección modernista, a lo Klimt, Mucha... Ahora que me he cortado la melena, pego más ahí que como dama medieval, para qué nos vamos a engañar.


7- ¿En qué crees que coincides más como persona con los valores de la marca?
Hmm... Aun a riesgo de sonar radical, soy una nazi de la estética – aunque la mía está marcada por un eclecticismo un tanto desconcertante a veces – y la belleza puede llegar a noquearme, literalmente.
Por otra parte, adoro lo artesanal. El trabajar con las manos, crear, impregnar las cosas con lo que eres y lo que « ves », me parece el escalón más alto de la expresión artística humana.
No, no suelo comprar en euro-bazares.


8- ¿Cuál crees que es el punto fuerte de la marca?
Creo que una cosa es hacer reconstruccionismo histórico con prendas, y otra muy diferente es inspirarse en épocas históricas para crear prendas. Eso es lo que siento y veo que hace Sublime. Es muy « fácil » mirar un grabado del siglo XVI y copiar un vestido – lo difícil es verlo, y que se ponga en marcha la maquinaria creativa para que la influencia se vea, sin que subyazca la copia. Es algo que admiro muchísimo, la creatividad que se siente en cada prenda y cada colección.


9- ¿Un buen momento que hayas vivido con la firma? ¿Y uno malo?
Un buen momento... Todos y cada uno de los previos a los desfiles: el caos de bolsos, las comidas espontáneas, los nervios, el cachondeo que éste desencadena...
El malo, que recuerde, es cuando me di cuenta de que la red de colaboradoras debía de expandirse, lógicamente, debido a las exigencias de nuestras vidas personales y profesionales. Me siento muy perdida en grupos grandes de gente, hasta el punto de sentir la necesidad de echar en cara a la humanidad su afán de reproducirse – y de ponerle violento remedio.


10- ¿Cómo es pertenecer al grupo de modelos de Sublime?
Enriquecedor. Cada una pertenece a un ámbito profesional y, sin embargo, todas y cada una tenemos algo en común: literatura, música, arte, moda... Siempre hay algo a lo que agarrarse. Entonces, las conversaciones fluyen, los lazos, las risas. Siempre escuchas, ves, y aprendes algo nuevo.


12- La firma tiene un contacto muy íntimo, directo y permanente con todos sus integrantes ¿Qué imagen crees que tiene la gente desde fuera, y cuál es la diferencia cuando se vive desde dentro cada día?
Pues la verdad, creo que no se lo creen, que fingimos llevarnos bien, y que después somos un puñado de falsas, harpías devora-bebés. El mundo de la moda me recuerda mucho al de la danza (profesional y no tanto): lleno de críticas por la espalda, puñaladas, hipocresía, y mal karma.
Luego, formas parte de Sublime y, oh sorpresa, hay bastantes vegetarianas, así que no todas comemos bebés.


13- Saber qué es lo Sublime y el valor real de esa palabra es algo que la firma tiene muy en cuenta a la hora de seleccionar a sus modelos. Todas destacan por su afinidad con las humanidades y las letras aunque algunas tengan carreras más relacionadas con las ciencias. Por tu parte: ¿cuáles son tus valores sobre el arte y la belleza, cuáles son tus preferencias? Tus películas insignia, tus libros de cabecera, cuadros que nunca olvidarías o lugares que no quieres dejar de visitar...
Casi que voy a buscar la cuadratura del círculo y acabaré antes.
Veamos. Mis valores sobre el arte y la belleza son, como ya he mencionado, un poco extraños, así que no puedo describirlos. Demasiado personales, demasiado espirituales... Demasiado viscerales, incluso.
Y bueno, ya sean películas o audiolibros, la fantasía medieval me pierde, pero soy más mala que un dolor a la hora de acordarme de los nombres de los personajes. El Señor de los Anillos, Memorias de una Geisha, Drácula de Bram Stoker, Arcadia, Canción de Hielo y Fuego.... ¡No veo muchas películas ni leo una barbaridad, la verdad...!

Un cuadro... Hace unos años vi la Andrómeda de Gustave Doré, y me dejó muy impactada, aunque no sabría decir por qué.
Y para terminar, mi canción favorita, esa que me afloja las rodillas, me hace caer en estado de trance, pone lágrimas en mis ojos y muchas más cosas profundas y poéticas es el preludio la suite para violonchelo no. 1 de Bach.
Bueno, y el cuarto movimiento de la Sinfonía del Nuevo Mundo de Dvorak.


14- Para asegurar esa afinidad cultural entre la firma y sus modelos Sublime encuentra más fácilmente colaboradoras entre los ambientes que componen los mismos estilos a los que viste. ¿Dirías que perteneces o te identificas con alguna de las culturas urbanas con las que empezó la marca en el 2009? ¿Por qué o en qué te identificas, o no, con esa cultura?
Las culturas urbanas y yo no nos hablamos. Soy una lunática ecléctica, así que no soy capaz de meterme en ningún grupo, y no me gusta que lo hagan. Soy sensible, adoro la belleza, y el arte. Yatta.


15- Y por último: un momento que te gustaría compartir con Sublime en el futuro...
Me encantó la performance que hicimos para Romantic Cabaret. Lo viví como no sólo un « me visto y salgo », sino el liberar algo distinto de mí misma por un rato. Me encantaría formar parte de otra performance, una que tenga el bombo y la repercusión merecidos, y su consiguiente sesión de fotos para agasajar un poco a mi maltratado ego.
Viva mi hedonismo espontáneo.




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